lunes, 30 de julio de 2012

Las novelas, según Lawrence


Actualmente estoy leyendo un clásico, "El amante de Lady Chatterley", de D. H. Lawrence. Les contaré más cuando lo termine...
Les traigo un extracto genial sobre las novelas... casi autorreferencial:

"(…) incluso la sátira es una forma de simpatía. Es la forma en que nuestra simpatía fluye y refluye lo que realmente determina nuestras vidas. En esto reside la enorme importancia de la novela cuando el tratamiento es el adecuado. Puede informarnos y trasladar a nuevos lugares el curso de nuestra consciencia solidaria, o puede hacer que nuestra simpatía se repliegue como rechazo a las cosas que han muerto. Por eso la novela, con un tratamiento adecuado, puede poner al descubierto los recovecos más secretos de la vida: porque son los lugares pasionalmente secretos de la vida, por encima de todo, los que la marea de la conciencia sensible debe cubrir y dejar al descubierto, limpiar y refrescar.
Pero la novela, como el cotilleo, puede también excitar simpatías y rechazos ilícitos, mecánicos y letales para la mente. La novela puede glorificar los sentimientos más corrompidos, siempre que sean convencionalmente “puros”. En ese caso la novela, como la maledicencia, acaba estando viciada y, como la maledicencia, tanto más viciada en cuanto que siempre está de modo ostensible del lado de los ángeles.
(…) por esta razón el cotilleo era humillante. Y por la misma razón la mayoría de las novelas, especialmente las populares, son humillantes también. Actualmente el público responde sólo positivamente cuando se apela a sus vicios."
D.H. LAWRENCE – EL AMANTE DE LADY CHATTERLEY