Leyendo el diario como casi todas mis mañanas, encontré una nota interesante respecto de un error ortográfico encontrado en una película sobre Sarmiento:
http://www.lanacion.com.ar/1399612-maestros-de-maestros-se-estan-necesitando
La nota habla de la expresión "maestro ciruela", cuando en realidad corresponde "maestro siruela". En lo personal, tengo que decir que no conocía para nada el origen de la expresión, que es la que nos permite entender qué significa y cómo se escribe (tan importante como comunicarse correctamente, es entender el por qué de las cosas...).
Muy interesante también es ver los comentarios a la nota, en donde los lectores agregan dudas y se responden entre sí, además de realizar aportes en otros conflictos respecto del lenguaje escrito y hablado.
¡Que la disfruten!
lunes, 22 de agosto de 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
¿Cómo se dice...? I
¿Pagado o pago?
¿Extinguido o extinto?
El primero nos trajo dolores de cabeza en un trabajo de hace unos años cuando una compañera mostró su punto de vista: "suena mal pagado; para mi que se dice pago". Me había olvidado del cuestionamiento, cuando de golpe anoche, entrando en el sueño, me entró dudas por el segundo de los interrogantes.
Ambas palabras son válidas: esto es, existen como tales. Pero una es un participio y la otra, el adjetivo. Es decir, dependerá de su ubicación en una oración o de aquello de que viene acompañada para determinar si corresponde una u otra. Y se usará una u otra dependiendo de lo que se quiera decir:
- "Ya me han pagado el trabajo" y "Este es un trabajo pago";
- "Estuvo hasta que hubo extinguido el fuego" y "El fuego por fin se encuentra extinto".
Por eso, cuando digan "he imprimido el documento", y aunque nos suene "raro", lo debemos dejar pasar.
Les dejo algunos casos más para tener en cuenta:
Frito y freído
Bendecido y bendito
Maldecido y maldito
Presumido y presunto
Corrompido y corrupto.
¡Hasta el próximo blog!
¿Extinguido o extinto?
El primero nos trajo dolores de cabeza en un trabajo de hace unos años cuando una compañera mostró su punto de vista: "suena mal pagado; para mi que se dice pago". Me había olvidado del cuestionamiento, cuando de golpe anoche, entrando en el sueño, me entró dudas por el segundo de los interrogantes.
Ambas palabras son válidas: esto es, existen como tales. Pero una es un participio y la otra, el adjetivo. Es decir, dependerá de su ubicación en una oración o de aquello de que viene acompañada para determinar si corresponde una u otra. Y se usará una u otra dependiendo de lo que se quiera decir:
- "Ya me han pagado el trabajo" y "Este es un trabajo pago";
- "Estuvo hasta que hubo extinguido el fuego" y "El fuego por fin se encuentra extinto".
Por eso, cuando digan "he imprimido el documento", y aunque nos suene "raro", lo debemos dejar pasar.
Les dejo algunos casos más para tener en cuenta:
Frito y freído
Bendecido y bendito
Maldecido y maldito
Presumido y presunto
Corrompido y corrupto.
¡Hasta el próximo blog!
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miércoles, 10 de agosto de 2011
"El hombre duplicado", de José Saramago
Hace un par de días terminé de leer el libro del título. Impresionante, con la boca abierta me dejó, como todos los libros de este escritor, que no deja de sorprenderme en las situaciones insólitas que plantea. Saramago tiene por costumbre no nombrar a sus personajes; pero en este libro su protagonista, Tertuliano Máximo Afonso (sí, Afonso y no Alfonso) y varios otros personajes son conocidos con nombre y apellido. Profesor de historia que un día descubre una persona exactamente igual a él sin tener vínculo de sangre, el protagonista va abriendo debates con sus acciones tendientes a buscar e investigar a su duplicado en una inmensa ciudad y sin que María Paz, su novia; el profesor de Matemáticas, su colega; y Carolina Afonso, su madre, sepan la causa de su inquietud y sus alteraciones de la rutina.
El libro transcurre tranquilo, sumergiéndonos en debates sobre distintos temas, que a lo largo de las semanas que encaré la lectura me deleitaron pensando en, por ejemplo, la postura del protagonista de enseñar la historia de delante hacia atrás y no desde atrás hacia delante; la comparación de los afluentes de un río con la participación de actores secundarios en las películas; el análisis sobre la festividad de un descubrimiento hecho en un fin de semana, ya sea buscado o no, y con la participación de varias o una sola persona; las abruptas apariciones (y desapariciones ante resultados infructuosos) del Sentido Común (así, en mayúscula), que hace pensar y rever situaciones a Tertuliano, que generan un ping-pong de preguntas, respuestas e intercambio de opiniones exquisito; y por último, y el que me motivó una re-lectura, su disquisición sobre la creación y el destino de las palabras: el por qué de crearlas, el proceso de comprender que era necesario crearlas, para qué crearlas, delimitar su significado, imaginar las consecuencias de designar algo como esto o aquello, y seguir sufriendo las consecuencias de designarlo así, inclusive de que dos vocablos expresen lo mismo. En fin, que él lo hace mucho mejor que yo, los invito a que hojeen sus páginas. Pero rescato esta idea de la lengua viva; la palabra que nace para designar algo y luego se diluye en el tiempo y en los usos y lo que nació para designar algo con el tiempo va cambiando y designa otro objeto, otra idea, otra acción.
Finalmente, en las últimas páginas el desenlace es rápido, vertiginoso, los hechos se suceden con rapidez, y el final apenas puede ser previsto.
Una delicia.
El libro transcurre tranquilo, sumergiéndonos en debates sobre distintos temas, que a lo largo de las semanas que encaré la lectura me deleitaron pensando en, por ejemplo, la postura del protagonista de enseñar la historia de delante hacia atrás y no desde atrás hacia delante; la comparación de los afluentes de un río con la participación de actores secundarios en las películas; el análisis sobre la festividad de un descubrimiento hecho en un fin de semana, ya sea buscado o no, y con la participación de varias o una sola persona; las abruptas apariciones (y desapariciones ante resultados infructuosos) del Sentido Común (así, en mayúscula), que hace pensar y rever situaciones a Tertuliano, que generan un ping-pong de preguntas, respuestas e intercambio de opiniones exquisito; y por último, y el que me motivó una re-lectura, su disquisición sobre la creación y el destino de las palabras: el por qué de crearlas, el proceso de comprender que era necesario crearlas, para qué crearlas, delimitar su significado, imaginar las consecuencias de designar algo como esto o aquello, y seguir sufriendo las consecuencias de designarlo así, inclusive de que dos vocablos expresen lo mismo. En fin, que él lo hace mucho mejor que yo, los invito a que hojeen sus páginas. Pero rescato esta idea de la lengua viva; la palabra que nace para designar algo y luego se diluye en el tiempo y en los usos y lo que nació para designar algo con el tiempo va cambiando y designa otro objeto, otra idea, otra acción.
Finalmente, en las últimas páginas el desenlace es rápido, vertiginoso, los hechos se suceden con rapidez, y el final apenas puede ser previsto.
Una delicia.
lunes, 1 de agosto de 2011
Refranes y Contrarrefranes
¿Cómo se explica que existan, y vayan de boca en boca, estos dichos que se oponen en significado? Se me ocurren dos hipótesis: nacen de la sabiduría popular con el muy ambicioso propósito de explicar todas las situaciones que puedan darse en la vida, o son repetidos hasta el cansancio con otro propósito: el de dar un consejo o dejar una enseñanza. La primera de las hipótesis implica que justamente, estas contradicciones existen por la ambición del proyecto (¿es posible explicar todo lo que sucede? ¿o simplemente son reflejos de las mismas contradicciones que puede tener la vida?). La segunda hipótesis deja en evidencia que una misma experiencia puede dejar distintas impresiones en distintas personas.
Pues bien, aquí va mi pequeña recopilación de refranes contrarios en el consejo que dan o en la aseveración que contienen:
"No por mucho madrugar se amanece más temprano" vs. "Al que madruga Dios lo ayuda".
"No hay dos sin tres" vs. "La tercera es la vencida".
"Buey solo bien se lame" vs. "Mejor solo que mal acompañado".
"Más vale tarde que nunca" vs. "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".
"El que ríe último, ríe mejor" vs "El que pega primero pega dos veces".
Prometo seguir trabajando en esta curiosidad, porque me resultó muy divertido encontrarla. Es casi como la satisfacción de encontrar una persona en falta... Una persona a la que nos gustaría encontrar en falta, claro.
Los invito a seguir sumando a la lista si ustedes encuentran.
Hasta el próximo post.
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