lunes, 30 de abril de 2012

"Invenciones del recuerdo", de Silvina Ocampo

Ernesto Montequin nos presenta y edita este libro exquisito. En su nota preliminar (muy necesaria, por cierto) nos ubica en el contexto histórico y personal de la escritora. Son fragmentos, en poesía, autobiográficos, algunos anecdóticos, otros más descriptivos. Pero siempre como postales de recuerdos infantiles en donde, si bien somos testigos de los recuerdos de la autora, es inevitable realizar comparaciones y traer a la nostalgia los propios.
Los pasajes, preciosos. Cuando uno lee poesía sin estar acostumbrado, a veces viene con el ritmo acelerado que puede tener la prosa. Es cuestión de detenerse en las palabras, deleitar los versos, disfrutar los silencios que dan los puntos y las comas.
Pero mejor que contarles es mostrarles. Aquí van dos fragmentos seleccionados que me encantaron:

"Andá a lavarte la cara, a cambiarte de vestido y de zapatos,
a peinarte como Dios manda,
que hoy vienen visitas."
Cada vez que oía esa frase
para un cumpleaños,
ese "vienen visitas"
la desesperaba.
Conocía los preparativos:
la mantelería, las porcelanas, la platería
que salían a relucir. 
Hubiera preferido ser pobre.
Le parecía que las riquezas 
labraban prisiones en torno
a quienes las poseían.
"Mamá, quisiera ser pobre",
dijo un día a su madre.


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Lo que falta en los recuerdos de infancia es la continuidad:
son como tarjetas postales,
sin fecha,
que cambiamos caprichosamente de lugar.
Algo se interrumpe y se corta para siempre.

(¡Gracias, amigo, por este buenísimo obsequio!)

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