He de confesar que tuve una edad en la que Alcott era mi escritora de cabecera. Largo tiempo pasó -y, si no por largo, sí por intenso-, en la que dejé de creer en ese mundo tan naïve...
Había perdido la costumbre. Realmente había olvidado lo inocente de sus personajes. Empecé pensando "Oh, por Dios, saquen este libro de circulación... esto no es el mundo real, hace daño a los niños." Muy a lo Ingalls. Tenía ganas de terminarlo apenas leídas unas páginas. Finalmente, lo leí en dos tardes y me dejé llevar por ese mundo rosado, seguro, donde todos son felices; y si no lo son, hay muchos adultos que dedicarán su tiempo y esfuerzo en lograr la felicidad del apenado. Y terminé llegando a la conclusión de que en realidad, sí necesitamos más Louisa May Alcott.
Recorrí muchos libros de ella de pequeña. Es increíble lo distinto que nos puede parecer el mismo libro mucho tiempo (o, mejor dicho, muchas vivencias) después. Definitivamente, la experiencia con un libro es tan personal, como momentos hay. Ni siquiera como lectores. El mismo lector puede tener una distinta interpretación del mismo libro en tres o cuatro momentos de su vida.
El libro trata de Rosa, una pequeña de unos doce años que queda huérfana de padre, después de haber quedado huérfana de madre. Unas tías cuidan de ella hasta que llegue su tutor, el hermano de su padre, que ejerce de médico en el otro lado del mundo. Las tías hacen lo posible por sacarla de la depresión y de la anomia, hasta que finalmente conoce el mundo personal de una niña de su edad que trabaja en la misma casa de criada, cuestión que la moviliza y le hace entender el agradecimiento que debe sentir a quienes la cuidan y protegen. Finalmente, conoce a sus siete primos, todos ellos varones, bulliciosos y traviesos, que a través de distintas aventuras, le permiten aprender, crecer y desarrollarse como mejor persona.
¿Opinión? La daría por edades:
- Hermoso e imperdible libro si tenés de 0 a 14 años.
- A partir de los 14, sugiero una lectura ligera, ésa de fin de semana largo lluvioso y con aburrimiento de televisión.
- Después de los 50 no sabría decirles.¿Quién sabe? Quizás lo redescubro...
Cualquier otra sugerencia para un fin de semana largo y lluvioso, será bienvenida.
¡Saludos!
miércoles, 10 de julio de 2013
martes, 2 de julio de 2013
Muchas vidas
Hombre de día.
Vedette de noche.
--
Hija perfecta para su familia.
Traidora en su trabajo.
--
Abogado intachable, político promisorio.
Padre tirano y maltratador.
--
Anonimato. Muchas vidas. Todas simultáneas, o vividas en forma sucesiva. Si la esperanza de vida hoy es del doble que hace 100 años, podemos pretender vivir varias vidas.
Eso sí. Esto es posible en una gran ciudad, en donde, según los horarios en que uno se maneja, se detectan distintos personajes.
--
Donde termina la luz blanca y brillante que sale del interior de las librerías casi 24 horas de la Avenida Corrientes, empieza la penumbra. Allí se mueven rostros de personajes urbanos, historias... uno puede verlos si lleva la mente atenta y el oído al acecho capta palabras y fragmentos de conversaciones que permiten reconstruir toda una historia; sumando pasajes de propia creación, claro.
Y mientras en las veredas públicas uno ve el teatro de la vida, dentro de los edificios ocurre lo mismo, sólo que a cambio de plata.
Vedette de noche.
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Hija perfecta para su familia.
Traidora en su trabajo.
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Abogado intachable, político promisorio.
Padre tirano y maltratador.
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Anonimato. Muchas vidas. Todas simultáneas, o vividas en forma sucesiva. Si la esperanza de vida hoy es del doble que hace 100 años, podemos pretender vivir varias vidas.
Eso sí. Esto es posible en una gran ciudad, en donde, según los horarios en que uno se maneja, se detectan distintos personajes.
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Donde termina la luz blanca y brillante que sale del interior de las librerías casi 24 horas de la Avenida Corrientes, empieza la penumbra. Allí se mueven rostros de personajes urbanos, historias... uno puede verlos si lleva la mente atenta y el oído al acecho capta palabras y fragmentos de conversaciones que permiten reconstruir toda una historia; sumando pasajes de propia creación, claro.
Y mientras en las veredas públicas uno ve el teatro de la vida, dentro de los edificios ocurre lo mismo, sólo que a cambio de plata.
jueves, 24 de enero de 2013
La enseñanza de la Historia
Absolutamente aplicable lo escrito por Joaquín Prats en su "Enseñar Historia: Notas para una didáctica renovadora"; que si bien tiene su origen y destinatarios inmediatos en España, es fácilmente adaptable a hechos del presente que ocurren en otros países:
"...los gobiernos utilizan la Historia escolar, aprovechando su poder de ordenación e inspección del sistema, para intentar configurar la conciencia de los ciudadanos intentando ofrecer una visión del pasado que sirva para fortalecer sentimientos patrióticos, sobrevalorar las "glorias" nacionales o, simplemente, crear adhesiones políticas. En estos casos la utilización de mitos, tópicos y visiones xenófobas y excluyentes pueden llegar a convertir esta disciplina en un elemento antieducativo. Ejemplos de estos últimos años nos confirman esta cuestión." (La cursiva es original del texto).
El texto también plantea un temor existente y cada vez más palpable: la posible desaparición de la Historia como materia en la educación secundaria, y su anexión y fusión a otras materias, como cívica o geografía, dada la asimilación del conocimiento de la historia como mero saber de datos e información indicativos de la "buena memoria"; y también por el énfasis puesto en la historia más reciente (fenómeno denominado "presentismo"), dejando de lado la más antigua.
A mi todo esto me recuerda frases sobre la ignorancia:
"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción." - Simón Bolívar.
"Un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácilmente manipulable." - Ernesto Guevara.
Y un día les iré contando mis "aventuras" en la enseñanza de la Historia y del Derecho.
"...los gobiernos utilizan la Historia escolar, aprovechando su poder de ordenación e inspección del sistema, para intentar configurar la conciencia de los ciudadanos intentando ofrecer una visión del pasado que sirva para fortalecer sentimientos patrióticos, sobrevalorar las "glorias" nacionales o, simplemente, crear adhesiones políticas. En estos casos la utilización de mitos, tópicos y visiones xenófobas y excluyentes pueden llegar a convertir esta disciplina en un elemento antieducativo. Ejemplos de estos últimos años nos confirman esta cuestión." (La cursiva es original del texto).
El texto también plantea un temor existente y cada vez más palpable: la posible desaparición de la Historia como materia en la educación secundaria, y su anexión y fusión a otras materias, como cívica o geografía, dada la asimilación del conocimiento de la historia como mero saber de datos e información indicativos de la "buena memoria"; y también por el énfasis puesto en la historia más reciente (fenómeno denominado "presentismo"), dejando de lado la más antigua.
A mi todo esto me recuerda frases sobre la ignorancia:
"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción." - Simón Bolívar.
"Un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácilmente manipulable." - Ernesto Guevara.
Y un día les iré contando mis "aventuras" en la enseñanza de la Historia y del Derecho.
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